Con esto, y más

"Y ahora, mientras pueda, me sostengo con ambas manos, por que siempre creeré que no hay nada que necesite, excepto a ti"

domingo, 29 de abril de 2012

Contigo.


He pasado gran parte de mi vida pensando en mi futuro. Que si un buen trabajo, que si una buena carrera. Pensaba en esas tardes de fin de semana en algún lago, con los colegas, dejando que pasase el tiempo. Poder llegar a mudarme a algún sitio con salidas, y apartarme de ese pueblucho de mierda. Pero desde que llegaste tú, con esa sonrisa, la curva más bonita de todo tu cuerpo, y con esos ojos que brillaban como ningún otro; me di cuenta de que ese futuro planeado no valía ni la mitad de lo que podríamos conseguir tú y yo. En ese momento que te vi por primera vez, antes de pestañear, ya sabía que estaba enamorado de ti. Quiero un futuro contigo. Vivir en uno de esos pueblos que no conoce nadie. Tener una pequeña casita de madera y una chimenea para aguantar los duros inviernos. Hablo de una casa pequeña, donde solo quepamos tú y yo, nadie más. Pasarnos los domingos en la cama, durmiendo o haciendo lo que tú quieras. Beber leche con ColaCao. Nada de café, eso es para los adultos con problemas. Tener de vez en cuando escapadas a la ciudad para mezclarnos entre la multitud. Tampoco quiero que me presentes a tus padres, ni yo quiero conocer a los tuyos. Nada, nadie, solo tú y yo. Quiero entrar en casa, después de un largo día trabajando, abrir la puerta de casa y encontrarte en ropa interior, manchada de chocolate porque acabas de merendar. No hace falta que trabajes, no hace falta que madures, no quiero que crezcas. No quiero que cambies nada de lo que eres ahora. Como comprobarás, lo he planeado mucho o quizás demasiado. Pero no pasa nada, no hay ningún problema si no te gusta. Lo cambiamos todo; ciudad, casa grande, domingos en la calle, ver a tus padres de vez en cuando, café; lo que tú quieras. 
No me importa dónde, cuándo, cómo ni qué. Solo pongo una condición: Contigo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario