Con esto, y más

"Y ahora, mientras pueda, me sostengo con ambas manos, por que siempre creeré que no hay nada que necesite, excepto a ti"

domingo, 27 de noviembre de 2011

Por eso quería hablarlo contigo, porque yo todo esto no lo había sentido nunca. Claro que había salido con otras chicas, pero nunca había sentido nada como esto. El simple hecho de verte al final del pasillo y empezar a sentir mariposas en el estomago. El que ver cómo sonríes y eso ya me haga feliz. El que estoy deseando verte, que no puedo pasar ni un puto minuto sin recordar tu imagen, y si, ya sé que nos acabamos de conocer, pero tengo un presentimiento, y algo me dice que no debo desperdiciar esta oportunidad, si tú me dejas claro… 

viernes, 25 de noviembre de 2011

Lo siento, soy el mayor subnormal del mundo. Perdón por creer cosas sin que tú me las dijeses. Perdón por tomármelo todo a la ligera. Lo siento por qué tuvieses que ver aquello. Si te soy sincero no sé porqué lo hice, supongo que la rabia me comió por dentro, ni yo me conocía. Vino aquella chica y me preguntó que si quería algo, yo, no sé porqué acepté, supongo que creí que eso substituiría por unos segundos tus labios, tu olor, tu tacto, pero no, no lo fue, y entonces es cuando te vi. Dios, soy tan estúpido, un completo cabrón. Lo siento mucho, entenderé cualquier decisión que tomes. Entenderé que no quieras volver a hablarme o que no quieras ni mirarme a la cara. Dios, no te quedes callada, no me mires más así, se me está derrumbando el mundo, por favor di algo, aunque sea solo para insultarme, por favor, necesito escuchar tu voz por última vez, por favor…

martes, 22 de noviembre de 2011


No eres capaz de darte cuenta de que tu momento, ya pasó.
Que al fin y al cabo, ostias te las llevarás a montones y decepciones a puñados, pero ya ves,
 a veces las tonterías más insignificantes, son las que hacen valorar lo que tienes, y a la gente que de verdad merece la pena.
Y es que sabes qué? tus palabras y mierdas ni las oigo, ni las siento, algo así como el aire, como el viento, tus malas caras me las resbalan tanto como el agua, y tus borderias.. tus borderias no te haces una idea por donde me las paso. Qué
razones para ser feliz, tenemos todos, pero yo muchas, más que vosotros.
Dejaré de pensar tanto en los demás, y más en mí;  no dejaré que nadie cambie mis principios, no he conocido a nadie que se lo merezca y creo que tampoco lo haría, con ello, me hago diferente a los demás.
Y ya lo dicen, que las pequeñas cosas son las que marcan diferencia.



sábado, 19 de noviembre de 2011

            -          Lo siento, podemos ser amigos, ¿por favor?
      -          Te diría que sí, pero me engañaría a mí misma. No puedo ser tu amiga y hacer como si no hubiese pasado nada.
      -          Pero yo te sigo queriendo.
      -          Yo quiero pensar que no.
      -          Encima que lo hacía por ti.
      -          No, deja de mentir, que ya se me todas tus mentiras. ¿Qué tengo que hacer? ¿Decirte que si? ¿Contarte que mi ex, tu, es un subnormal que no para de hacerme daño? Si, si, y tu dé mientras me cuentas como te liaste el otro día con la chavala de la discoteca. Lo siento pero no. Es más, no lo haces por mí, lo haces por TI, otra vez, nunca te he importado, te la ha sudado de arriba abajo si te quería o te odiaba, te daba igual si un día despertaba o no. Tu lo único que querías era alguien con quien echar un polvo y desahogarte. Y no, no pienso ser la tonta que después de haber tenido que sufrir todo lo que ha sufrido, y ahora venga el nene pidiendo que sea su amiga. No, no lo pienso ser, primeramente, por mi orgullo, y segundamente, porque no quieres ser mi amiga, quieres que te diga que si para tranquilizar a tus remordimientos. Pero ¿sabes qué? Que ahora lo que yo quiero es que te pudras en lo más hondo de la miseria y ahí encuentres a otra chica, que te haga daño, y al tiempo venga y te diga que quiere ser tu amiga, a ver cómo te sienta guapo. 
      -          Perdona, ¿te acuerdas de mí?
      -          No, no me suenas.
      -          Claro que sí, claro que te acuerdas de mí. Yo soy el chico que te mira todas las mañana cuando pasas por delante de la panadería. El chico al que le vuelves loco. Por cierto, me encanta cada mañana que te veo con esa chaqueta gris y una sonrisa pintada en la cara. Soy el chico que nunca en la vida te hubieses fijado en el si no  fuese porque me he acercado a hablarte. Soy el chico que si le dejas, podrá llevarte cogida de la mano por el parque. El que pasará frío por dejarte su chaqueta. El que te soportará los días de regla, los días que estés caliente, el día del parto y el día que cojas Alzheimer. El que se ha vuelto loco por ti sin tener que verte con minifaldas. Y porque soy el único que sabe cuando llevas los labios pintados de aquel rosa que es casi igual que el color de tus labios. Me da igual que tú seas completamente diferente a mí, que no encajemos ni con pega, que no sea de los malotes que te gustan a ti, ni de los que van de chulos por la vida.  Si me dejases intentarlo, si ahora no te dieses la vuelta y hicieses como si no hubiese pasado nada, yo podría hacerte feliz, y viceversa. A partir de hoy quiero que me dejes ser tuyo y que tú puedas ser mía.
-          Por muy machote que te creas no te vas a escapar. Por muchos pectorales que tengas no significa que seas más hombre.
-          ¿Dónde pretendes llegar?
-          A la realidad. Y por mucho que te interpongas no dejará de ser verdad. La pregunta no es donde quiero llegar yo, si no, que donde quieres llegar tu con esa personalidad. Chaval, madura, la vida ha dejado de dar vueltas a tu alrededor. Guau! Entre calada y calada te paras a descansar, que machote. Lo siento pero no conseguirás nada bueno diciendo que eres un capullo que va de flor en flor y que tu lista de tías supera las 100. Si te hace sentir mejor, te daré un aplauso, una palmadita en la espalda y te vas por dónde has venido. Y advertirte que al final todos acabamos probando de nuestro propia medicina. 

viernes, 18 de noviembre de 2011

Ella es de otro mundo, no es como las demás. Ella, es no sé, indescriptible, tan bonita y delicada como una flor. Si, si que se como es, y ella sabe como soy yo, y sabe que nunca sería capaz de hacerle daño. Le prometo que siempre la querré. Que todo lo mío será suyo y que todo lo suyo será mío. Que no tendré la necesidad de mirar a otras porque con ella tengo más que suficiente. Ella por la que dejaría de importarme las partidas online con los colegas. Olvidarme de la moto roja. Dejaría de lado todos los fines de semana de fiesta y durmiendo hasta las tantas, para poderlos pasar a su lado. Todos los días y todas las noches de mi vida. Un siempre que no acabe nunca. Yo solo le pido, que sonría y que me deje intentar ser la razón de su sonrisa.
Vale, lo admito, no soy normal. Soy de las que se guardaran los problemas hasta el punto de explotar, de las que como sufren poco se ponen música triste para joderse el doble, supongo que eso me pasa por ser masoca. Me gusta la comida, y lo dulce, aun más, aunque después te pueda venir diciendo que he engordado. No, no soy un pivón, ni tengo unas tetas de infarto ni un culo como una piedra. Tampoco soy de las que al sonreír te lo da todo, ni de las que besa en la primera cita. Soy de las que lo da todo cantando una canción que le gusta y llora como una madalena viendo una película de amor. Me gusta el azul, el marrón y también el gris. Soy de las personas más bipolares que puedas encontrar, pero cumplo mis promesas. No, nunca he llevado minifaldas ni ningún top por encima del ombligo. A veces, puede que me hayan llamado puta, aunque de momento no lo han hecho con razones, pero si quisiese podría demostrar lo mucho que puedo llegar a ser. Me ponen los malotes y los tíos con pendiente. Que adoro las piruletas y chicles que dejan la boca de color azul. De las que han sufrido, de las que ahora ya no sufren y no van a sufrir, porque no se va a dejar que la mangoneen ni una sola vez más. Que a cómo te coja cariño el orgullo lo dejo perdido, pero si te tengo asco, no me ganarás a orgullo. Soy de las que si te conocen y te tienen rabia, podrían destrozarte de arriba abajo como le toques las narices un poco. De la que no le gustan los finales. Y de las que prefiere  darse 2000 ostias al elegir y equivocarse, a que la vida pase y decida por ella.

martes, 15 de noviembre de 2011

Que la vida es subir, bajar y darte la ostia de tu vida, y que por mucho que lo evites al final todos pasamos por el mismo tramo, todos cometemos muchos errores parecidos y aún y así no sabemos esquivarlos. Que siempre te vas a encontrar gente de personalidad parecida a la tuya, o también otra que al verla ya le escupirías en la cara. Que al final, todo se acaba, por muchos “siempre” que hayas prometido. La vida al fin y al cabo te sorprende diariamente teniendo que afrontar lo que se te viene encima. Y como decía la canción, “dime qué coño se valora” yo le respondo que nada. Y con toda la sinceridad os digo, que quizás no le tendría tanto asco a ciertas cosas si desde el principio no hubiesen puesto delante de la cara que me tenían que gustar. Lo siento, no me voy a callar una palabra más de las que me he callado a lo largo de mi vida. Si alguien tiene algún problema conmigo, de mis pensamientos o de mis actos, que venga  mí y me lo diga, y se deje ya de ir dando pena por la vida.

lunes, 14 de noviembre de 2011

A mí nadie me ha dicho lo feliz que podía a llegar a ser con una única persona. Nadie me dijo lo que era realmente querer, ni tampoco que me lo pasaría bien con alguien que puede sacar tanto lo malo, como lo bueno de mí. Nadie me dijo que en ese momento llegaría a valorar tanto a una persona, ni que llegaría luchar tanto por algo. La gente en ese momento solo ve lo malo, lo mucho que te puede hacer sufrir. Que en el momento que le des tu confianza, podrá romperla, dejar un vacío y joderla para siempre. En que quizás no te quiera o simplemente que tú y tu mente tiene demasiadas vueltas como para saber decidir bien lo que quieres. Menos él, que lo único que te pide es un voto de confianza para poder llevarte a tocar el cielo con la punta de los dedos, con todos los problemas que se interpongan. Y vosotras no sé, pero yo le daré esa oportunidad, ¿y si sale mal? No pasa nada, todos tenemos derecho a equivocarnos y no voy a dejar que nadie me lo impida.

domingo, 13 de noviembre de 2011

A ver, ¿cuántos años tienes? Supongamos que sigues en la etapa de la adolescencia, donde te imponen reglas, normas y prohibiciones. Que total, al final de todo, todos nos saltamos, ya sea por hacernos los chungos, guays o simplemente porque todos lo hacen. Pero ¿Qué más da la razón? Es en esta edad donde tenemos que vivir, “es nuestro momento”, ahora es cuando tenemos que equivocarnos, caer, y así poder aprender de los errores, para no volverlos a cometer. Así, que mi consejo, es que aproveches al máximo, que te dejes de chorradas y arriesgues, porque aunque no ganes, como mínimo lo habrás intentado.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Deja de esconderte.

-     ¿Demasiado simple para ti?
-          No, bueno, sí, pero qué más da, a ti no te lo voy a contar.
-          ¿Por qué? ¿Por qué sabes que tengo razón? Claro, es eso lo que te pasa, que cuando escuchas algo que no te gusta, estas deseando callarle la boca a todo dios, para que no se llegue a enterar nadie de que lo que realmente estas buscando, es una puta persona que no entienda ni un solo acto tuyo. Que estas deseando a una que cuando no le gusta algo de ti te lo diga a con cada parte de su cuerpo. Una persona que le no le dé solo una vuelta, sino trescientas cincuenta y cuatro vueltas a tu vida, que cambie por completo. Una persona que al final de cuentas, tú te acabarás enamorando de ella, y por cabrón y subnormal te quedarás sin ella.
-          ¿Y qué hago yo con todo esto?
-          Tú sabrás, pero ¿mi consejo? Deja de ser el típico capullo que va de flor en flor, y ponte a hacer las cosas bien desde 0.
Hoy, ahora, me he dado cuenta de que si me dieran la posibilidad de retroceder en el tiempo, no lo haría. No lo haría por la simple razón de que tu has entrado en ella, así sin más, que aunque yo no lo entienda, mi vida esta como debe estar. Tengo claro que todo pasa por algo,  y si estas en ella, es por algo. Sabes de qué más me he dado cuenta? De que te quiero,  que te quiero, más o menos un mundo y medio. Que me siento llena y no necesito perderte para saber que te he encontrado. Que el tiempo enseña lo que necesitamos a nuestro lado, y ese “algo” eres tú. Eres ese tipo de personas que están en cualquier momento, cuando menos te lo esperas, están, ahí sin más, sin pedir nada a cambio, que de tus malos ratos sabe sacarle el lado bueno y hacerte sonreír, por encima de todos, por encima de cualquier otra sonrisa, y créeme eso no lo puede hacer cualquiera. Sólo por eso ya te haces diferente a los demás.
Es esa clase de persona, por la que merece la pena darlo todo, sonreir, llorar, y lo que haga falta. Es esa persona que pasa por desapercibida entre la multitud, pero que si te fijas y la conoces, tiene un corazón tan grande que no le cabe en el pecho.
 Y es que yo simplemente te pido que tengas la capacidad de compartir los momentos malos y los buenos conmigo, y de tus sonrisas y tus lágrimas, hacerlas mías también.
Son las ganas de vivir a tu lado pese a cualquier cosa.  


jueves, 10 de noviembre de 2011

Quiero un mundo junto a ti. Con miradas que impactan y sonrisas que ericen la piel. Quiero ser la única chica que se meta entre tus sabanas. A la que la cojas por la cintura, pongas tu frente contra la tuya cerrando los ojos y babeando como un pececillo. Quiero ser tu princesa del cuento, a la que se le caen los zapatos. Una mirada, una sonrisa,  un abrazo que acaba en beso. Quiero ser el olor de tu cigarrillo recién encendido, un rayo de sol en invierno o la brisa más fresca en verano. Y tengo la necesidad de verte y saber que solo eres mío. Quiero un paseo con las manos entrelazadas. Un brillo de ojos que lo diga todo. Que necesito que me digas diariamente que estoy guapísima y que porque narices no te contesté al sms. Y tú sepas que si me besas en el cuello, ya estoy perdida en tus brazos. Quiero ser la persona que pueda sacer tanto lo mejor de ti, como lo peor. Y que yo sea la única razón de que tengas esas mariposas en el estomago. Que tú me prometas un siempre y pueda creerme esa promesa.

domingo, 6 de noviembre de 2011

¿Sabes qué? Ya todo me da igual. Y en ese todo, tu estas incluido. Me he cansado de mentiras y medias verdades. Tranquilo, no te preocupes, no pienso decirle a nadie que te quiero, aunque sea verdad, porque de pequeña también quería un unicornio rosa y aquí estoy. Sí, fue bonito mientras me lo creí. Pero ya has conseguido subirme hasta las nubes y dejar que cayese en caída libre, ¿estás contento, no?. Claro, claro que me avisaron de que me iba a pasar, pero hasta que no me doy la ostia no estoy contenta y mi subconsciente sabe que los cabrones me ponen. Oh, claro que sí, claro que se me quedó aquella frase “Hasta que la muerte nos separe” Y llegó la muerte vestida con una minifalda y un top por encima del ombligo. Mantén tu promesa, es lo mínimo que puedes hacer. Sí, sí, yo estoy estupendamente, preocúpate por ella.. Pero, lo siento, ya no te necesito, has hecho tanto daño, provocando que ahora, te escupa en la cara. Así que adiós, quiero que te vayas para no volver.

jueves, 3 de noviembre de 2011

A todo tío que tenga cojones de venir y decirme que puede llegar a hacerme feliz sin tener que hacerme llorar, que venga y de la cara. Porque me estoy empezando a cansar de ver a todo el mundo con parejitas felices y yo aquí sin comerme una mandarina. Con una vida alrededor llena de misterios y sin razones algunas. La única persona en el planeta que supuestamente está hecha para mí, que venga a mí y se deje de dar vueltas en círculo. El tiempo pasa. Los recuerdos se desvanecen. Los sentimientos cambian. La gente se va. Pero el corazón nunca olvida. Paciencia, mi gran amiga fiel que ha tenido que escuchar muchas estupideces. Creía olvidados los abrazos fuertes provocados por un largo tiempo. Hola, adiós, igual que un te quiero tuyo. Quiero enamorar a alguien sin faldas cortas ni grandes escotes, si no por mi sonrisa y personalidad. Que para mí la amistad lo es todo, o simplemente lo es todo porque no he llegado a experimentar nada más fuerte. Tener odio a primera vista con aquella guarra. Quiero un beso con sabor a “te echaba de menos”. Que al final vais a conseguir que mande a la mierda los sentimientos y me convierta en un cactus. Sí, que la mayor parte de culpa de culpa la tengo yo por ser subnormal y no aprender de los errores. Así que querido destino, si no es para mí, no me lo pongas en mi camino.