Con esto, y más

"Y ahora, mientras pueda, me sostengo con ambas manos, por que siempre creeré que no hay nada que necesite, excepto a ti"

domingo, 29 de enero de 2012

Deje su mensaje después de la señal. Pip.

Hola amor. Sí, soy yo. Ya sé que seguramente no quieras escucharme, y lo comprendo, yo tampoco quiero escucharme a mi misma después de lo que te he hecho. Al principio esta llamada iba a ser para pedirte disculpas y que pudieses perdonarme. Pero no quiero que me perdones, no me lo merezco. Finalmente he decidido llamarte para darte las gracias por estos dos años a tu lado. Por todo lo que me has hecho sentir, que jamás olvidaré. Gracias por abrazarme las noches de invierno en mi cama de uno noventa. Gracias esas locuras tuyas como llevarme el desayuno a la bañera. Tengo que agradecerte todos los regalos que me has hecho por culpa de que yo sea una niñata.  Gracias por todas esas tardes de domingo que están hechas para llorar, y tú te las pasabas abrazándome al otro lado del sofá. Gracias por hacerme creer en eso que llaman amor. Te agradezco todos los sueños con escaparnos a París los lunes por la mañana. Aún no he llegado a entender como  conseguías dar un gran contraste a las lágrimas. Ni tampoco como te lo hacías para hacerme sonreír en medio de una pelea. Me gustaría robarte ese don que tienes para comerme con la mirada y dejarme sin respiración. Porque siempre mi felicidad dependía de que tú estuvieses presente. Me hubiese gustado haber grabado alguno de esos “buenos días princesa” que me dedicabas todos los sábados. Y espero no olvidarme nunca de cómo revolvías los cajones cuando te decía que había escondido un regalo para ti. También estoy muy segura de que nunca podré olvidarme de la forma en que me mirase la primera vez que te conocí. Y realmente te quiero dar las gracias por hacerme sentir la persona más especial de todo el puto planeta. Porque nunca llegaré a entender lo que habrás visto en mí para regalarme tanto. Espero que algún día podamos volver a hablar y tú seas feliz con una chica que realmente esté a tu altura. Gracias por estos dos últimos años. Nunca te olvidaré.

jueves, 26 de enero de 2012

No me considero una persona inmadura y mucho menos una cría, que yo no se lo que te has ido encontrado a lo largo de tu vida, por ahí.. que no soy tan estúpida como la gran mayoría.
Tengo mis bajas y mis subidas, que en el fondo es eso lo que nos hace humanos, que a veces me comporto como si fuera una niña de tres años a la que le han quitado su juguete favorito, pero yo también necesito una pausa, frenar, que me frenen y me hagan ver y valorar lo que tengo a mi alrededor, la cruda y puta realidad. Yo también necesito que me abracen y me digan” tranquila, puedes con esto y más” aunque esa sea la mentira más grande que puedan echarme a la cara, pero me hacen vivir un poquito más. Aparento ser la tía más dura que existe, pero los que están en las buenas y en las malas, saben que cuando doy la espalda,  soy la chica más blanda del mundo. Aún así nadie va a joderme en los “peores” momentos, porque lo que pienso, va por dentro. 

Contigo no quiero conocer el fracaso.

Se tumbaron en la cama mirando al techo, intentando regular de nuevo la respiración.
-  Te quiero - dijo ella
Él no conseguía estabilizarse y se estaba poniendo cada vez más nervioso. Se sentó en el borde de la cama. Ella se alarmó y saltó de la cama corriendo. Se arrodilló delante de la mirada de él. El chico miraba hacia el suelo, intentando tranquilizarse.
-  Tranquilo, respira – decía ella poniendo sus manos en sus rodillas - ¿Qué te pasa?
-  Noto un dolor en el pecho. Parece que no se va, joder.
-  ¡Mírame! – dijo levantándole la cabeza desde la barbilla – Sigue hablando y no cierres los ojos
-  Amor… Me duele el pecho cada vez que te vas, es más, antes de que te vayas ya te echo de menos. La respiración se me acaba si pienso que todo esto va a terminar. Mis cambios de humor son constantes cuando te veo despidiéndote. Sé que cuando acaben estos dos días todo volverá a ser como antes. Que no te podré tener todas las horas a mi lado. Ni podré mantener mi promesa de no fumar, porque cuando no estás lo necesito más que nunca. Cuando no estás, intento pasar el tiempo más rápido. Olvidarme de que no estás y esperar a que pasen los días. Descuento minutos de aquél reloj que me avisa cuando te volveré a ver. Tú eres mi droga y durante todos los minutos tengo mono de ti.


jueves, 19 de enero de 2012

Que un beso un sábado, a las 3 de la mañana, quema.  Que echarte de menos, es rutina. Que necesitarte, es obligación. Que quererte es automático. Que tener ganas de ti, es obsesión.  Que no cambiaría tus “te quiero” por nada en el mundo.  Que no hace falta perderte, para saber que te he encontrado.  Que juro que tus defectos es lo que más me gusta.  Que contigo, me río de la distancia. Que sólo te haces querer más cada día que pasa. Que esto se hace grande día a día. Que sólo me imagino un futuro a tu lado. Que solo las tontas miran al cielo cuando tu pasas. Que dicen que cada uno sufre, a su manera.  
La vida la había hecho cambiar, para bien o para mal, pero era diferente a hace unos años. Un par de mechones de pelo le rozaban la mejilla izquierda. Tenía los labios rotos e iguales que sus medias. Hacía frío en la calle, pero el calor corporal superaba los veintisiete grados. Me sonreía sin ningún rencor.
            -   Hacía mucho tiempo que no te veía – dijo ella sin cambiar la dirección de su mirada
         -  Has cambiado mucho – hice una pausa metiéndome las manos en los bolsillos de la chaqueta – te veo más feliz.
            -   Puede ser… O quizás solo lo aparento ser. Como ya sabes, la gente en el pasado me ha hecho mucho daño, sin importarle las consecuencias, cicatrices o todo lo que conlleve para la otra persona hacerlo. – me dijo mientras encendía un cigarrillo con un mechero rosa – He cambiado mucho de aires. Ahora no me relaciono con esos pijos de mierda, los hijos de papá – le dio una calada a aquél cigarrillo – Me cansé de la gente que usa palabras que ni siquiera sabe lo que significan y que compra a la gente con promesas e ilusiones. – Hizo una pausa - Puede que ahora me veas más feliz. Los palos de la gente hacen despreocuparte de los problemas. Y también te hacen esconder tus miedos, para no ponerles la forma de joderte la vida con tan  solo un suspiro. Ver, callar y sonreír. A nadie le importan los problemas de los demás, todos tenemos suficientes con los nuestros. Antes pedía un príncipe azul que estuviese conmigo para solucionarme los problemas, mi héroe; el que me calmaría mis días de mala leche y el que compraría rosas todas las mañanas que cayesen en número veinticuatro. Pero ahora he dejado de pedir imposibles. Solo he conocido a una persona que me ha enseñado las maravillas del mundo – capté la indirecta -  con o sin maquillaje, con o sin ropa, con o sin sonrisa, con él o sin él.

viernes, 13 de enero de 2012

Se ha ido… No quiere más, he sido la gota que colmó el vaso. Adiós a ver esa manía de morderse el interior de las mejillas. Me tengo que despedir de sus gritos cuando se quemaba la lengua. Adiós a sus uñas de colorines y mal pintadas. Adiós a ese perfume que enamoraría hasta las hojas de los arboles si tuviesen olfato. Volverá, solo es un mal sueño.. Mentira, ya es prácticamente imposible que vuelva. Adiós a las trescientas pulseras que llevaba en su mano. Adiós a los regalos y todas las cartas que me hacía. Adiós a sus caras raras y su manía de dejar la casa llena de papelitos. No hay nadie como ella, ni nunca lo habrá. No quiero que nadie remplace tu sitio. Rellenó todas las sillas que un día muchos dejaron vacías. No podré volver a caminar por la calle sin tener la necesidad de cogerla de la mano. Nadie podrá hacerme temblar las piernas con tan solo sonreír. Ya no podré besarla con cuidado, ni notar como los sueños se cumplen. Nunca seré capaz de olvidarme de cómo me provocaba cuando se mordía el labio inferior, o se los mojaba porque estaban rotos. Ella es mi rosa, y las espinas se esfuman. Es perfecta. Hace que todo sea mejor. Ella me lo daba todo con tan solo respirar. Todos mis recuerdos se quedan aparcados en ese portal. Adiós a la playa, adiós a la montaña, adiós a las sonrisas y adiós a los besos. Y pediría perdón tantas veces como hiciese falta con tal de que algún día regresase a mi lado.. pero me temo que ya es demasiado tarde..

viernes, 6 de enero de 2012

Podría coger mis tacones más altos, pintarme los labios de aquél color rojo puta y salir a la calle a zorrear un rato. Si tuviese ganas me podría follar a tu hermano y a todos tus primos. Si quisiese podría hacer que nadie encontrase diferencias entre tú y la mierda. También tengo la oportunidad de contarles a todos lo puta que has sido y así tú consigas la imagen que te mereces. Pero… ¿sabes qué? No lo voy a hacer. Y eso me llena porque significa que nunca llegaré a ser alguien como tú. No necesito la venganza. Una vez me dijeron que todo lo que sube, baja; así que ya te lo encontrarás. No pienso perder más tiempo contigo, ya que nunca lo podré recuperar. Y voy a sacar la verdad al mundo “Donde caben dos, NO caben tres”. Tuve paciencia, quizás tú también la tuviste conmigo, pero a quién le voy a mentir, soy egoísta, así que lo que es mío, mío es. Y por si no te ha quedado claro aún, es mío, zorrón.

domingo, 1 de enero de 2012

Digamos que el tiempo no borra las heridas y que las cicatrices nos hacen recordar todos los momentos. Todo lo que se rompe, nunca se recompone igual. Me dijeron una vez que si no puede hacerte daño, tampoco podrá hacerte feliz. Las personas olvidan lo que dijiste o hiciste, pero no lo que les hiciste sentir. Date cuenta de que siempre darás ayuda y no te ayudarán a ti, y si intentas hacer lo contrario recibirás ostias por todos lados. No existe la verdad pura ni tampoco la mentira completa. También me dijeron que todo está conectado. Que al final nos enamoramos de una persona que es completamente diferente a nosotros. Que le da los 360º a tu mundo. Porque la palabra amar no se dice, se demuestra. Siempre tenemos algo que nos dice que ahora sí que va a ser para siempre, pero siempre acabamos equivocándonos. Porque yo quiero ser la excepción que confirma la regla. Y que si tú no me llamas te mataré a perdidas. Esclava de tus sonrisas, presa de tus te quiero. Y créeme, que por que hayas follado no te da derecho a creerte mejor que nadie, puta. Que necesito perderme para poder encontrarme. La perfección dicen que no existe, pero el problema es que ellos no le conocen. Y hay veces que la vida te pide madurar demasiado rápido. También tienes que darte cuenta de que mucha gente te querrá, pero nadie lo hará como lo he hecho yo. Que este es nuestro momento. Porque yo quiero ser la excepción que confirma la regla. Ahora es cuando tenemos todo el poder de equivocarnos.