Con esto, y más

"Y ahora, mientras pueda, me sostengo con ambas manos, por que siempre creeré que no hay nada que necesite, excepto a ti"

miércoles, 3 de octubre de 2012

Se lucha contra todo.


Te echo de menos. Mis sabanas echan de menos tu olor. El espejo del baño echa de menos tu reflejo lleno de espuma de afeitar y mi vaso de cristal echa de menos ese cepillo azul que te obligué a traer. El suelo reclama por las mañanas que seas tú el que se levante primero y mi móvil quiere volver a reproducir tu foto en mis mensajes. La almohada me suplica que vuelvas para no tener que consolarme sola y el armario no soporta estar sin tus sudaderas ni la cajonera sin tus movimientos de cadera para cerrarla. Mis libros echan en falta tus explicaciones a gritos y la nevera ha olvidado esa cualidad tuya de vaciarla en una tarde. Las paredes susurran que vuelvas para hacerme estallar en carcajadas y mi bolso pide tus manos intentando encontrar algún pañuelo. La lamparita de noche reclama tus dedos después de darme las buenas noches y los ambientadores no soportan el hecho de no tener que tapar tu olor a tabaco. La osa mayor me pide todas las noches que vuelvan a aparecer tu dedo índice señalándola y que la Luna ya no está celosa de mí. Mi cama aún conserva tu forma  y las noches se hacen más oscuras des de que tú no estás. Mi piel se sigue imaginando como la acaricias por detrás y de cómo jugueteas con mi pelo cuando me estoy a punto de dormir. Todo está vacío. Sin sentido. Acabado. Muerto. Y todo porque nunca quise admitir que no podía estar sin ti. Aunque la conclusión es que en el amor se lucha contra todo, hasta contra ti mismo.

jueves, 20 de septiembre de 2012


La vida se mide en aquellas cosas que te hacen crecer día a día. Te hacen aprender un poco más… y a veces, duele. Duele decepcionarse de gente con la que has compartido mil y una cosas. Que saben mejor que nadie lo que te hace estar arriba, al límite, y lo que te hace estar abajo, tocando fondo. Creo que de aquí un tiempo me reiré de todas aquellas personas que han intentado humillarme y me han hecho comer mierda de sus zapatos, aquellos que me han pisado.  Siempre he pensado que después de la tempestad, llega la calma, que lo malo tiene sus cosas buenas, que siempre hay otra ventana o puerta donde puedo encontrar algo mejor, alguien mejor. Con el paso del tiempo sólo quedan aquellas personas que merecen estar a tu lado, que te corresponden en la vida... y déjame decirte que es ese el momento donde solo cuentas con los dedos de una mano a los amigos, palabra que muchos se creen ser y poco la cumplen. Hay que darse cuenta que tienes problemas peores por los que preocuparte, que no por gente que no te valora y no te aprecia a su lado. Y son aquellos los que al final están solos, las que piden ayuda y cuando tu la has pedido, no la has tenido y entonces le repites “espabílate” pero tengo que darte las gracias, porque gracias a tu falsedad, hipocresía, egoísmo y palabrejas, te miro desde arriba, donde tu has estado y no volverás. Y no se le llama rencor, se le llama:  “Todo el mundo prueba de su propia medicina, y no a todo el mundo le sienta bien”.

lunes, 10 de septiembre de 2012

La necesito a ella.


¿Dónde estás? Dónde habrán quedado todas esas ilusiones que yo rompí. Dónde estarán aquellas sonrisas después del sonido del sms. Por dónde aparecerán esas uñas mordidas y mal pintadas. Dónde estará ese cuerpo perfecto del que tanto te quejas, y de esa sonrisa en proceso de perfección. Dónde irán a parar todas mis camisas cuando salgas de la ducha y aquél cepillo rosa que dejaste en mi vaso. Dónde estarán tus ganas de querer hacer cosas juntos y mis ganas de que mi único movimiento sea el de los labios. Dónde quedará el brillo de tus ojos color café y esa distancia de seguridad que tanto me gustaba sobre pasar. Dónde estará la habitación a la que tenga que llevar las tostadas con mermelada. Dónde irán todas las pulseras que llevas en las muñecas y tu facilidad para cambiar de peinado. Dónde estarán tus celos repentinos y mis quejas por tonterías. Dónde enviaré mis mensajes de buenas noches y a quién despertaré comiéndomela a besos. Dónde encontraré a alguien que en vez de decirme te quiero, solo me repita lo imbécil que soy. Dónde quedará esa forma tuya de fruncir el ceño cada vez que te hago enfadar. Dónde enviaré esas rosas que nunca podré comprar para nuestro décimo cumpleaños. Dónde lanzaré piedras a las cuatro de la mañana para que me perdones. Dónde, cuándo y quién podrá superar tus expectativas. 
No quiero otra colonia, no quiero otra sonrisa, no quiero otros besos. Yo solo te necesito a ti, aquí, ahora y hasta que el ocho tumbado nos lo permita. 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

No quiero.


No quiero princesas, ni ramos de rosas con espinas mal cortadas. No quiero despertarme todas las mañanas a tu lado, ni tener que vivir algo especial el catorce de febrero. No me da la gana ser tu blancanieves, ni que me lleves a París. No quiero posesivos ni al verbo querer velando por mis oídos las veinticuatro horas. Hace tiempo que dejé de creer en bebes en pañales lanzándome flechas y en fuentes que cumplen deseos. No quiero que te obsesiones conmigo, ni que te canses. No permito que superes la distancia de seguridad que he creado para protegerme, ni que creas que podrás cambiar alguno de mis cientos de defectos. No quiero que nuestros labios encajen, ni que mis ojos brillen al mirarte. Ni que tu hombro sea cómodo ni que mi pelo no tenga enredos para poderlo acariciar. No quiero fusionar nuestro ADN, ni que nuestra saliva se mezcle. No quiero que mi respiración se agite al verte, ni que mi corazón se contraiga al compás del tuyo. Que mi canción favorita no me recordará a ti y que no pienso abandonar a Soledad por tu sonrisa. No quiero que te lances ni que te asustes a mi reacción de cobra. No me da la gana que me digas lo mona que soy cuando estoy celosa, ni a las ganas de matarte que me entran ese momento. Me pegaré las pestañas para que no puedas pedir más deseos y cerraré las ventanas para que los pájaros no canten al amanecer. Quiero que escondas todas tus camisas y que no me prestes ninguna sudadera. Que no me riñas por morderme las uñas y que no sonrías cada vez que me mancho la cara. No quiero sacar del periódico la sección de deportes para dártela a ti, ni despertarme los domingos comida a besos. No quiero susurrar ninguna palabra ñoña, ni que me dediques canciones cada vez que me echas de menos. No quiero al SMS de buenas noches, ni hablar de naranjas mal cortadas. Solo te quiero a ti y a esa jodida manía en aumento de querer cambiar todo lo que acabo de decir; y podrás conseguirlo. Solo pongo una condición; contigo. 

sábado, 21 de julio de 2012

Tú y yo, nosotros.

Nuestro primer texto pasado a video. Esperamos que sea de vuestro agrado. Gracias a todos por vuestro apoyo. Se admiten todo tipo de comentarios y formas para mejorar.

http://www.youtube.com/watch?v=GKc7s8t38dg&feature=player_embedded

jueves, 12 de julio de 2012

Éste es nuestro primer vídeo. Aquí os dejamos un adelanto de lo que será "Tú y yo, nosotros". Aunque sea verano y no hemos estado tanto encima con el blog como solemos estar, gracias a todos, por leernos y por vuestros comentarios. Sois los mejores!!!
http://www.youtube.com/watch?v=Crm8e6vSaE4&list=HL1342111525&feature=mh_lolz

lunes, 2 de julio de 2012

Volver atrás.


Si esto ha acabado, es por tu culpa’ decían. Esa idea me corroe por dentro. Esa idea no para de rondar por mi mente; se ha apoderado de mí. Nosotros fuimos diferentes al resto, o quizás fuimos otra más de esas parejas empalagosas. Pero a mí me gustaba, me gustaba mirarte a los ojos y que todos los problemas desapareciesen. Me gustaba saber que podía contar contigo para lo bueno y para lo malo. Admiraba que tus ojos me dijesen más que cualquier palabra. Me encantaba hablar contigo de cualquier cosa. Saber que tienes tal conexión con una persona, que ya nada podrá separarte de ella. Pero parece que eso no fue suficiente. ¿Y sabes lo que más me jode? Que me encantaría volver atrás. Cambiarlo todo. Nada de ser tú y yo, si no nosotros. Volver a creer que el mayor dolor era no poder verte un fin de semana o que me quedase sin respiración después de que me hicieses cosquillas. Quiero volver a notar que si tu corazón late, es por razones mías. Daría lo que fuese por tenerte a mi lado y que me sueltes una de tus frases ñoñas que me hacían sentir mejor. Quiero que vuelvas a ser mi príncipe azul, aunque tú estés un poco desteñido y a mí no se me caigan los zapatos. Pero sobretodo me duele que después de haberme pasado llorando, haciendo la gilipollas y sollozando todas esas noches por no poder tenerte, que cuando te vuelvo a ver, con esa sonrisa de oreja a oreja, que haría que se le cayesen las bragas a cualquiera, todo vuelva a empezar. Eso es lo que me jode; que hayamos hecho un puto circulo, del que no somos capaces de salir nunca. ¿Será ese el ocho tumbado del que todos hablan? Estoy segura.

viernes, 29 de junio de 2012

Tengo ganas de ti.


Tengo ganas de ti, de tu piel y de tus labios. Tengo ganas de volver a sentir tu sonrisa a dos centímetros de la mía. Tengo ganas de que abras la puerta y me abraces por detrás. Tengo ganas de que me amenaces con amarme eternamente y que me castigues a mordisquitos en la oreja. Tengo ganas de repetir por decimoquinta vez los besos de madrugada y las peleas de pacotilla. Tengo ganas de que me digas que me quieres y que no haya otra a la que quieras decírselo. Tengo ganas de que no olvides jamás mi apellido y mucho menos mi nombre. Tengo ganas de encontrarte en mi cama y que me abraces con tu brazo izquierdo. Tengo ganas de que me invites a cualquier burgerking de la ciudad. Tengo ganas de que me tires todos mis peluches por la casa y que me digas que aún soy una cría. Tengo ganas de que vengas por detrás pidiéndome perdón y diciendo que no me enfade; A quién vamos a engañar, nunca soy capaz de enfadarme contigo. Tengo ganas de que rompamos mi cama, follando o saltando; como tú quieras. Tengo ganas de que me manches la nariz con la espuma de tu café y que se te quede esa cara de tonto cuando te soplo al oído. Tengo ganas de que me quieras. De que me quieras solo a mí, durante el resto del tiempo. 
Y quizás no dure por siempre, pero si lo suficiente como para que sea inolvidable. Porque desde que te vi sabía que tú serías para mí. Porque las casualidades no existen y la vida no te ha puesto en medio para hacer de bache. Porque me cansé de imposibles y te hice posible. Porque sonreí a todos los problemas con la lengua fuera. Porque aunque mañana quizás tú ya no estés, el nosotros siempre quedará.  Y sobre todo, porque tú siempre me has enseñado a querer a las personas por lo que te hacen sentir, no por lo que los demás decían que eran. 

martes, 26 de junio de 2012

Nada es importante.


Aquí da igual si follas o fallas, si jodes o te joden. Si vives de o para ellos. Si la talla de tus tetas supera a las de tu cadera o si la polla la guardas a la derecha. Da igual si te pasas la vida ayudando o eres un grandísimo hijo de puta. No tiene importancia si lloras por las noches o prefieres dar pena delante de la gente. A la gente se la suda si te quedaste sin razones para sonreír o si te faltan fuerzas para subirte a una báscula. Aquí da igual lo que tú seas o lo que quieras llegar a ser. Aquí lo que importa es la apariencia. Pero dime una cosa, ¿tu físico ha cambiado desde hace dos años? Más o menos un mundo y medio. Quizás eras más guapa,  más fea, más delgada o más gorda. Da igual. Ahora pregúntate, ¿Ha cambiado el amor a tus padres? ¿Ha cambiado el amor a tu familia? ¿Ha cambiado tu sonrisa? ¿Han cambiado tus ganas de ser feliz? Quizás habrás respondido dos de cuatro negativas, pero dudo que sean más importantes como para dejar de ser tú. Cambiar, cambiamos todos los días. Cada vez que te cruzas con una persona, cambias. Pero no te das cuenta. Y ten en cuenta que por muchos cambios que haga el mundo, o muchos cambios que hagas tú, siempre debes ser tu misma; no esa persona que los demás quieren que seas. Y hoy, yo te digo que da igual si estás sola. Da igual si aún no has conocido a tu príncipe azul. No importa si la vida te ha dado tantas hostias que hoy ya no te quedan manos con las que tapar moratones. Da igual, todo eso da igual. Y si sigues adelante, con la cabeza alta, algún día agradecerás al destino a que te haya puesto tantas piedras por el camino. ¿O realmente estás dispuesta a perderte lo que pasará en tu final?

jueves, 7 de junio de 2012

Déjate de imposibles y hazlo posible.


No busco una  vida perfecta. No busco un montón de tíos a mí alrededor. No quiero bañarme en dinero ni que mis tetas no me dejen ver el suelo. No necesito que me aplaudan con todo lo que hago ni que se rían de todas mis bromas. No busco un tío que me regale cada semana una caja de bombones ni de rosas. No tengo la necesidad de despertarme sabiendo que tengo el mundo a mis pies y que me lo van a poner todo en bandeja. ¿A quién vamos a mentir? Siempre he sido de las que cogen el camino difícil. De las que hacen lo fácil, difícil y fácil, lo difícil. No pienso dejar que me den la vida por hecha. No voy a dejar que nadie no me dé la oportunidad de equivocarme. Voy a ilusionarme las veces que me dé la gana y me daré las hostias que haga falta. Me dejaré llevar por impulsos y mi único plan será “lo no planificado siempre sale bien”. No pienso rendirme en el primer ataque ni actuar como todo el mundo quiere que actúe. Si quiero adelgazar, no voy a coger el camino fácil de meterme los dedos hasta la garganta; eso es de cobardes. Si quiero conseguir unos estudios, no voy a dejarlos poniendo como escusa de que es demasiado difícil; eso es de cobardes. Si quiero conquistar a un tío, no voy a vestirme como una puta y a enseñarle mis muslos; porque eso es de cobardes. Porque si quieres algo de verdad, vas a por ello. Cueste lo que cueste. Y si te tienes que poner a dieta, te pones. Si tienes que dejarte los codos estudiando, lo haces. Y si te tienes que pasarte todas las tardes hablando con un mismo chico para demostrarle que no eres dos piernas y unas tetas, lo demuestras. Así que déjate de imposibles y empieza a hacer posible lo que quieres. Que la vida, como muy bien debes saber, es jodida; pero ahora te digo que le plantes cara y le demuestres lo hija de puta que te puedes volver tú con tal de conseguir lo que quieres. No te rindas.

lunes, 28 de mayo de 2012

Tú y solo tú.


Mírate. ¿A quién ves? A una chica insegura, que no cree en sí misma, que se ha olvidado de quien era. Una chica que tiene miedo a lo que pensaran los demás. Alguien que pensaba que nunca podría llegar a ser. Y esta chica que ves, no eres tú. Tampoco eres ese 90 60 90 ni el culo de piedra ni una polla así de grande. No eres un vestido ceñido ni unos michelines. No eres la talla de tu sostén ni la cantidad de estrías que tienes. No te reduces al número de hombres o mujeres que tienes a tus pies. No eres cien abdominales ni un montón de calorías. No. Las personas no son feas por eso. Lo que hace fea a una persona es ser insegura, no creer en sí misma. No quererse. Si realmente quieres ser guapa, sonríe, demuéstrale al mundo lo preciosa que es tú sonrisa. Y que una sonrisa no es bonita por tener los dientes rectos o unos labios gruesos; una sonrisa es bonita por lo que te transmite al verla. Porque tú eres el contenido de tu personalidad. Eres todos tus sueños e ilusiones que intentas día a día conseguir. Eres tus sentimientos y pensamientos que invaden tu cabeza. Porque la belleza no se mide en lo que pesa tú masa corporal, si no en cuanto mide el alma que llevas dentro.

jueves, 10 de mayo de 2012

¿Alguna vez has tenido miedo?


En muchas ocasiones el miedo se me viene encima. Se apodera de mí. Dejo de ser yo para convertirme en alguien insegura, que es incapaz de pensar porque sabe lo que se le viene encima. No es miedo a perder a mis amigos, es miedo a creer que algún día puedan olvidar lo que fui hoy. No es el miedo a apartarme de cierta gente, es el miedo a quedarme sola. No es la preocupación de olvidar el pasado, es miedo a olvidar lo que me dé pie a seguir adelante. No es miedo a que me hagan daño, es miedo a las cicatrices del mañana. ¿Qué? De miedos hay muchos, ¿eh? Y parece que la mayoría se apoderan de ti cuando peor estás. Te persiguen y te acosan. ¿Parece que últimamente nada te sale bien? En efecto. Estás en un bucle  del que tu cabeza no te deja salir. Una puta mierda. Aquí no valen familias ni medios amigos. Ni tampoco la gente que te apoya. Aquí estás tú, sola, en tu cabeza. Sin salidas. ¿Pero sabes qué dicen? Que el miedo vive a base de tu dolor. Que cuando dejes de preocuparte de las consecuencias, empezarás a verlo todo de diferente manera. Que aunque tires pintura blanca en una pared negra, no conseguirás a la primera que se vuelva blanca, pero puedes conformarte, de momento, con que sea gris. ¿Y qué más da como acabemos hoy? Si total, no podemos escapar de nuestro destino. Toda agua, nace en la montaña, vive en el río y muere en el mar. ¿Y sabes qué más? Que el que se piensa las cosas dos veces, acaba haciendo nada.

lunes, 7 de mayo de 2012

Que he cambiado? Pues si, he cambiado más o menos, un mundo y medio. Me he vuelto una extrovertida, y a veces incluso atrevida. Hablo todo lo que puedo y me río aún más, ¿habéis escuchado eso de que reír alarga la vida? Pues yo quiero ser inmortal. Se me siguen atragantando los sentimientos, pero he conseguido aprender a expresarme de un forma más o menos decente. Dejé las mentiras piadosas para convertirme en la sinceridad en persona. La autoestima sigue donde estaba, pero ahora pienso que no soy tan buena como todo el mundo cree. Al menos, ahora solo me muero de vergüenza en determinadas ocasiones, lo demás lo llevo bien; y el único miedo que conservo es al de quedarme sola. Sigo rindiéndome con facilidad aunque ahora me molesto en disimular y, a veces, incluso soy capaz de luchar por algo... si de verdad me importa. También he descubierto que la bondad mundial es un chiste, y la gente no hace más que decepcionarme. He viajado, he visto un montón de cosas, conozco a muchísima gente... y me importa muy poca. Tengo la sensación de que el número de personas que realmente saben quién soy es inversamente proporcional a mis deseos de que a todo el mundo le guste lo que ve. Y sí, sigo siendo igual de perfeccionista, y nunca me parecerá que doy lo suficiente de mí misma. Sigue dándome pánico hacer el ridículo, pero cuido cada uno de los pasos que doy para que eso no suceda. Hace mucho que no me quedo con ganas de hacer nada... y jamás me arrepentiré de algo que haya hecho. Vivo con la presión constante de hacer de mi existencia algo genial que valga la pena. Y ni siquiera sé si yo valgo la pena.

fotografía: Anna y Marta

miércoles, 2 de mayo de 2012

Enamorarme por decimo quinta vez cada vez que me dices princesa.


Quizás hoy no sea el mejor día para hablar de promesas. Quizás no sea el mejor momento para proponerse una meta. Quizás hoy no valga la pena seguir mirando hacia el pasado, ni al presente y mucho menos al futuro. Hoy simplemente me siento insostenible. Necesito una razón por la que me dé pie a levantarme cada mañana. Una sensación nueva y una acción que me haga latir con fuerza. Una reacción que me haga sentir viva. Alguien o algo así tan como tú. Como tu puta sonrisa y esa manía de contagiarla. Tú, tu primavera, invierno, verano y otoño. Esas manías tuyas de enamorarme por decimo quinta vez cada vez que me dices princesa. O de querer aumentar un 245% la fuerza de atracción entre tú y yo. Algo que confunda a mis acciones involuntarias por el querer besarle. Sentir que necesitamos besarnos hasta que se desgarren los labios. De ser tan opuestos, que se complementen tanto, que lleguen a ser uno. Alguien o algo así tan como tú y como yo. Pídeme lo que quieras, excepto que deje de quererte. Y solo pongo una regla: contigo.

domingo, 29 de abril de 2012

Contigo.


He pasado gran parte de mi vida pensando en mi futuro. Que si un buen trabajo, que si una buena carrera. Pensaba en esas tardes de fin de semana en algún lago, con los colegas, dejando que pasase el tiempo. Poder llegar a mudarme a algún sitio con salidas, y apartarme de ese pueblucho de mierda. Pero desde que llegaste tú, con esa sonrisa, la curva más bonita de todo tu cuerpo, y con esos ojos que brillaban como ningún otro; me di cuenta de que ese futuro planeado no valía ni la mitad de lo que podríamos conseguir tú y yo. En ese momento que te vi por primera vez, antes de pestañear, ya sabía que estaba enamorado de ti. Quiero un futuro contigo. Vivir en uno de esos pueblos que no conoce nadie. Tener una pequeña casita de madera y una chimenea para aguantar los duros inviernos. Hablo de una casa pequeña, donde solo quepamos tú y yo, nadie más. Pasarnos los domingos en la cama, durmiendo o haciendo lo que tú quieras. Beber leche con ColaCao. Nada de café, eso es para los adultos con problemas. Tener de vez en cuando escapadas a la ciudad para mezclarnos entre la multitud. Tampoco quiero que me presentes a tus padres, ni yo quiero conocer a los tuyos. Nada, nadie, solo tú y yo. Quiero entrar en casa, después de un largo día trabajando, abrir la puerta de casa y encontrarte en ropa interior, manchada de chocolate porque acabas de merendar. No hace falta que trabajes, no hace falta que madures, no quiero que crezcas. No quiero que cambies nada de lo que eres ahora. Como comprobarás, lo he planeado mucho o quizás demasiado. Pero no pasa nada, no hay ningún problema si no te gusta. Lo cambiamos todo; ciudad, casa grande, domingos en la calle, ver a tus padres de vez en cuando, café; lo que tú quieras. 
No me importa dónde, cuándo, cómo ni qué. Solo pongo una condición: Contigo. 

viernes, 20 de abril de 2012

Tu cabeza critica a tu corazón y viceversa.


¿Alguna vez te has sentido sola? Un sentimiento dentro de ti que te decía que algo no iba bien. Una sensación que te daba a entender que no eras feliz. Una razón que se había agotado. Una forma de ver el mundo diferente. Creer que tienes que cambiar de camino y así todo estará mejor, pero no puedes hacerlo, porque para cambiar tu dirección, tienes que dejar demasiadas cosas atrás. Una situación difícil. ¿Alguna vez te has sentido vacía? Creer que eres una inútil. Que no vales para nada. Que si te quitases de en medio, quizás todo iría mucho mejor. Querer decir un adiós y que alguien venga y te diga “no te vayas”, pero no saber dónde está ese alguien. Hacer que todo el mundo pueda ser feliz, pero en cambio no puedes conseguir serlo tú. Ves una forma de ser diferente en los demás o quizás la que has cambiado has sido tú. Ver como la gente te pide que seas una persona que no puedes ser. Que la gente prometa quedarse a tu lado, pero en el momento más jodido, vuelvas a quedarte igual que siempre. ¿Alguna vez has sentido que te faltan fuerzas para seguir? Que la gente te ponga en la cara que nunca serás capaz de cumplir tus sueños. O que te pasas la vida intentando conseguir algo, y de repente, sin razones, te chocas con una pared, llamada realidad. ¿Alguna vez has sentido que no puedes confiar en nadie? Que nadie puede entenderte. Que todos lo único que hacen es juzgarte por tus actos, pero ellos no tienen ni puta idea de tus sentimientos. Que eres una persona llena de secretos y que eso día a día te va comiendo poco a poco. ¿Alguna vez te has sentido bloqueada? Querer darlo todo y no poder. Jugártelo todo o nada. Pero te es imposible. Tienes mucho que ganar y a la vez mucho que perder. Tu cabeza critica a tu corazón y viceversa. Que has llegado a amar a una persona tanto, que tu corazón te pide dar un puto paso más, pero sabes que no es bueno, que no puedes hacerlo, que todo eso es imposible. ¿Alguna vez te has sentido incomprendida? Que nadie puede ponerse en tu situación. Que lo único que saben hacer es quedarse callados y mirándote como un bicho raro. Que solo te podías apoyar en la música, porque los de tu alrededor no lo hacían. ¿Alguna vez ha venido alguien y te ha cambiado la vida para bien? Alguien que aparece de repente. Sin razones. Sin peros. Sin condiciones. Y que te da todo su apoyo. Alguien que ha conseguido darte el empujón que te faltaba. Alguien, que por muy duro que sea no poder tenerlo cerca, lo sientes dentro de ti. Alguien que sabes que te podrás apoyar siempre. Alguien que nunca te fallará. Alguien que te da las suficientes razones para querer a la vida y poder seguir hacia adelante, aun que él ya no esté.

lunes, 16 de abril de 2012

No se si alguna vez en la vida os habéis parado a pensar cual es el verdadero problema.
Se pueden arreglar tantísimas cosas, quizá uno de los problemas, sea que nos pasamos todos los días queriendo más de lo que tenemos, por el simple echo de que envidiamos las cosas del de al lado y nunca conformarnos con nada. Nunca te has parado a pensar que hay niños que con un balón ya tienen juegos para todos los días del año o con ir a la escuela, hacer algo que no todos se permiten.  Hay cosas más importantes, como la felicidad.
¿Sabes lo qué es la felicidad? No, no lo sabes. Yo nunca me había sentido así. Sí, soy feliz. ¿Qué por qué? Es porque le tengo. Tengo a una de las mejores personas que puede haber. Y puedes decir que es una estupidez, pero cuando sepas que es que se te alboroten las mariposas del estómago cuando lo ves en la estación, cuando te quedes mirándole fijamente y te pierdas en su mirada o simplemente que te recuerde lo que te quiere, sabrás lo que es amor, sabrás que es estar enamorado. Sabrás perfectamente que es sentirte querida, lo que es repetir ese número del mes que te recuerda a él, verás que bonito puede llegar a ser un pequeño sms después de haberte despedido diciendo "Te quiero muchísimo."  Que lo primero que veas cuando te levantas, son sus buenos días. Y ahora dime, dime después de todo esto, que ¿quién no sería feliz teniendo una persona así a su lado?,. Y parece una tontería pero es verdad, cosas insignificantes que pueden llegar a ser grandes oportunidades, sueños, ilusiones y todo por una pequeña felicidad. Quizás estamos agradecidos por admirar la lucha que implica seguir viviendo, porque ya lo dicen, que al final del día el simple hecho de tener el valor de no derrumbarnos, es suficiente motivo para celebrarlo

jueves, 12 de abril de 2012

Tuviste que llegar tú.


-    ¿Por qué huyes de mí?
-     No huyo.
-     Sí, sí lo haces. Dime, ¿Qué te pasa?
-     Tú. Eres tú lo que me pasa. Y no te asombres, esto es un lío para mí. A ti todo te parece muy fácil, pero no lo es. ¿Sabes cuantos meses me he pasado llorando intentando superar lo que los tíos me habéis hecho? ¿Sabes cuantas promesas me he hecho diciendo que algún día todo estaría bien? Conseguí convencerme de que podía ser feliz sola. Conseguí olvidar a los clavos sin necesidad de otros. He llorado a más no poder y únicamente me he podido refugiar en la música. Me había propuesto alejarme terminalmente de todo tío que apareciese, que todos iban a ser los mismos, con sus mismas técnicas y con sus mismos objetivos. Me hice creer que ninguno  de ellos podría hacerme feliz y pensé que nadie podría llegar y romper todo lo que pensaba. Pero no, tuviste que llegar tú. Con esa sonrisa de oreja a oreja, acompañada de esos hoyuelos. Con ganas de comerte el mundo, pero a mi lado. Sin necesidad de prisas, ni llantos, ni decepciones, ni malos rollos. Tú, el único que ha conseguido que me dé cuenta de que todos no son iguales. Él que consigue verle la gracia a todos los días de la semana, y el que dibuja ojos y piernas a los números. Sin sonrisas de papel ni corazones de piedra. Tú, el jodido idiota, que no hace falta que te diga que quiere, porque te demuestra que te ama.

sábado, 31 de marzo de 2012

¿Y tú cuanto feliz eres?

-          - No necesito que nadie me quiera para ser feliz. Mírame.
-          - ¿Sí? ¿Cuánto de feliz eres?
-          - Del uno al diez, un veinte.
-          - ¿Y esa felicidad de donde la ganas?
-          - De mi mismo. Paso de los problemas y me centro realmente en mis objetivos.
-          - ¿Y tus objetivos cuáles son? ¿Salir de fiesta todos los fines de semana? ¿Y si tienes suerte, follarte a alguna? ¿Sí, verdad?
-          - No lo entiendes. No sabes nada de mí.
-          - No hace falta que te conozca para saber que te mueres por alguien que te quiera. Alguien que esté a las buenas y a las malas. Alguien a la que por mucha mierda que pase entre vosotros, seguirá estando ahí. La persona que no necesite tocarte, ni meterte nada para hacerte feliz. La persona que te demuestre que esta hoy y también estará mañana. Esa a la cual no le importará lo inútil que eres, ni tampoco lo gilipollas que te pones a veces. Esa persona que en vez de follarte, te hará el amor. Alguien a la cual la amarás más que a tu propia vida, y a la cual matarías por poder verla sonreír un puto segundo más. Esa persona que te dará mucho más riendo a tu lado, que follando con cualquier otra. Y cuando hayas conocido a esa persona, podrás decirme que tus escalas de felicidad superan el barómetro.
-          - ¿Y tú cuanto feliz eres?
-          - Supongo que cuando el capullo, imbécil y gilipollas que tengo delante, tenga cojones a decirme que está preparado para dejarme que le quiera, mi grado de felicidad será un ocho tumbado. 

viernes, 30 de marzo de 2012

Feliz cumpleaños Marta.

Era de esperar, ¿no? Yo haciéndote un texto el día de tu cumpleaños, que raro. Bueno, mi intención es no enrollarme mucho, pero sabes que es bastante imposible. Primeramente quería desearte un feliz cumpleaños, como muchos harán o ya habrán hecho hoy. También quería agradecerte todo lo que haces por mí. Sí, la mayoría de veces que me preguntas “¿Te pasa algo?” la respuesta real es un sí, y ambas sabemos que por muchos no que te diga, sabrás que no es verdad; pero aún y así, tu reacción es buena, porque consigues cambiar de tema, contarme la gilipollez más grande del planeta y hacerme reír. Me encanta tu forma de ser, esa manía tuya de rellenarme las páginas de mi agenda de corazones seguida de la palabra caca o alguna persona que no me cae bien. Es increíble como he depositado toda mi cofinancia en alguien, con la intención de que me quiera tal y como soy; y realmente, tú has sido ese alguien. Me he dado cuenta, de que hay cosas que solo las podré hablar contigo y con nadie más, porque las reacciones de otros, me importan tres putas mierdas. Gracias por enseñarme a no saber estudiar y a que se me quite el miedo de hacer tonterías delante de alguien. Gracias por decirme las cosas como son, cuando, donde o como sea. Te agradezco todos esos días que te pasas cortándome las doscientas mil de mis puntas abiertas. Ya lo decíamos, “juntas para siempre” y puedes comprobar que seguimos aquí. Gracias por decirme todas las tablas de multiplicar, y no te preocupes, te ayudaré siempre que pueda a las cosas que no entiendas. Te pido perdón por las veces que he sido una completa imbécil y me encierro en mi orgullo. Perdón por ser una inútil dando consejos y perdón por si alguna vez te he hecho sentir mal con alguno de mis comentarios. Lo siento por ser una llorona; supongo que será porque soy una puta dramática. Perdón por haber pasado un tiempo alejada de ti. Pero ten en cuenta que siempre recordaré esos bailes de webcam y nuestras retrasadeces mentales haciéndonos fotos con diez años. También, siempre me acordaré de ese don que tienes para ponerme nerviosa en los exámenes y tu manera de reír como un cerdito. Y por mucho que te lo niegue, me alegra el día que respondas a todos mis putos twitts. Quiero recordar siempre esas veces que conseguíamos algo y chocábamos las manos en el aire, con la atenta mirada de gente que ya no vale la pena. Gracias por reírte de mi deficiencia mental y recordarme que todo no se puede tener. Gracias Marta, por hacer de mi infancia algo sostenible. Gracias por sacarme adelante durante cada minuto. Gracias por demostrarme que aún queda gente a las que les puede llamar personas y tienen buen corazón. Gracias por escucharme y hacerme mejorar como persona. Pero sobretodo Marta, gracias por existir y haber entado en mi vida. Ten por seguro, por mi parte, de que tú y tu recuerdo, nunca saldréis. Y recuerda, por muchas veces que te lo niegue o te diga lo contrario… Te quiero.

martes, 27 de marzo de 2012

Corre, juega, salta, crea o ríe, pero sobretodo, vive.

Ríe. Cómete el mundo de un soplido. Barre las cenizas que algún día alguien dejó. Sáltate todos los semáforos rojos y párate en los verdes para contemplar el mundo. Arriesga todas tus cartas por una galleta oreo. Súbete a una atracción y grítale todo lo que no le gritas al resto. Sueña como si no existiese la realidad y vive como si no hubiese un mañana. Canta canciones de tu infancia con todas las fuerzas que te queden en el pecho. Vete a un hotel, salta en la cama y rompe el colchón. Imponte a las reglas y cumple todas las promesas que la gente creía rotas. Rómpele el corazón a quien ya te lo rompió a ti. Vete de fiesta y ponte borracho hasta que no distingas el suelo del cielo. Conoce al amor de tu vida y cásate con él. Cumple tus sueños y restriégale por la cara a toda esa gente que te dijo algún día que no serías capaz de conseguirlo. Inventa rumores de ti y diviértete al ver cómo reacciona la gente. Ten amores de una noche y disfruta del resto del día contigo misma. Cómprate una tienda entera y vuelve el día siguiente reclamando tu dinero. Tírate de un puente o de un avión. Haz lo que te dé la gana. Corre, juega, salta, crea o ríe, pero sobretodo, vive. Esta vida es tuya. Tú decides si quieres correr el riesgo de vivirla al máximo y ser feliz eternamente. 

lunes, 19 de marzo de 2012

Yo me follo los imposibles.

Me he cansado de darme hostias contra una pared. Me he cansado de que me digan lo que tengo que hacer. Estoy hasta los mismísimos que critiquen todo lo que hago mal y de lo bueno, ni una felicitación. Me he cansado de ser la tonta a la que todo el mundo engaña. Ya no voy a dejar que me mangoneen ni una puta vez más. Que ahora no pienso que haya otro que esté por delante de mí. Soy yo, aquí, ahora. ¿Por qué sabes qué? Que nadie va a conseguir bajarme la moral ni impedir que cumpla mis sueños. Porque que ellos no tengan cojones a plantarles cara a la vida y pisar el suelo con fuerza, no significa que yo no los tenga. Que si quieres ser alguien en el futuro, tienes que empezar por ser alguien en el presente. Que soy de las que prometen y cumplen. Que si te digo que te quiero, lo hago. También sé que si te crees inferior, te pisan y que si aceptas derrotas conseguirás victorias. Yo vivo en el mundo donde la música nunca está demasiado alta. Que los defectos son las nuevas virtudes. También decirte que te invito a pasar al mundo de la imperfección, pero tienes que tener la fuerza suficiente para mejorar todo lo que haces mal. Que aquí no estamos para las prohibiciones, pero tampoco para las matanzas. Que yo soy capaz de dejarme la piel, los ojos o mi pasado con tal de conseguir lo que quiero para el futuro. Y sí, creo en el destino, y estoy segura de que tengo que jugármelo todo, arriesgarme con conseguir un nada, pero acabar teniendo lo infinito
Y solo te digo una cosa más: Yo me follo los imposibles

jueves, 15 de marzo de 2012

-Cada día es lo mismo, la misma rutina, las mismas mierdas, las mismas caras, las mismas sonrisas falsas... todo me parece tan surrealista!
-si, supongo que ahora es el momento de escupir todas las mierdas que se llevan encima, de llorar, por qué no? Que en esta vida, se crece y aprende a base de palos, pero siempre para dentro. Que yo sólo se que no se nada. Me preguntan que qué haré en un futuro, y sabes que les digo? Que ni siquiera sé si mañana me voy a levantar.  Puede que ahora cruces la calle, y la chica esa que tanto te gusta, venga y sin querer hacerlo, te envista, puede que llegues a casa y al coger un vaso para beber agua, se caiga y reviente en tu cabeza, lo has pensado?
-Tampoco creo que tenga que pasar eso, no seas tan negativa!
-Trato de decirte que si no aprovechas y mimas el presente, en un futuro, no te queda nada o poco por lo que luchar. Que cosas en esta vida tenemos pocas, pero todo tiene que ver con lo que haremos en nuestra vida, si no luchas ahora, que coño te queda? Te apetece vivir debajo de un puente? Te apetece comer de la caridad de los demás?
-No tampoco eso.
-Pues entonces vive! Deja de preocuparte por lo que harás, a todo el mundo le llega tarde o temprano lo que siembran, si no sabes vivir el hoy, el ahora, no sabrás como disfrutar de todo lo que has recorrido en tu vida. Tu única prioridad eres tú, los estudios, los amigos, y aunque sea difícil, ahora mismo, tienes miles de personas que te quieren, y tu ni lo sabes, porque no tienes tiempo ni a mirarte en el espejo para ver lo que eres, porque prefieres tumbarte en tu cama, poner al reproductor tu disco favorito, y dejar correr el tiempo.  Tropecientos de personas pobres sin comida, sin familia, sin casa, y tu te dedicas a echar de menos a una sola persona.
Ten los huevos de vivir por ti, y por los tuyos, y dejar de preocuparte por personas que no saben ni tu nombre.

jueves, 8 de marzo de 2012

Contigo, pero mejor sin ti.

Ya van diez llamadas perdidas tuyas. La tentación es grande. Me gustaría coger el teléfono, contestar con  una sonrisa, hacer como si no hubiese pasado nada y quizás despedirnos con un te quiero y alguna que otra tontería tuya. Créeme, lo haría una y mil veces más, pero debo resistir. Me merezco algo mejor. Esta vida es mía, no tuya. La importante soy yo, no tú. Debo seguir con mi vida igual que lo hice cuando tú aún no habías llegado. Pero es demasiado difícil. No puedo decir adiós a tantos momentos. Un amor así no se olvida de un día para otro. Dios, esto va a ser muy difícil. Lo que me jode no es tu forma de llamarme guarra cada vez que te enfadas. Lo que me jode seriamente es tu forma de ser. Tu jodida manía de protestar por todo y quejarte por cada cosa que hago. Que yo no soy un puto juguete. ¿A quién voy a engañar? Esto no es la primera vez que pasa. Yo aquí soy la débil. Tú insistes un par de días diciendo que te arrepientes, yo te creo, estamos un par de días bien, lo jodes y vuelta a empezar. Yo no quiero esta puta rutina. Y que por muchos momentos que hayamos pasado y muchas cosas buenas que me hayas hecho sentir, empiezo a pensar que ya no compensa a las malas. Ya no me importa tu capacidad de dejarlo todo por ahí tirado y parecer que no te importa. Me da igual que seas igual que un niño pequeño. Me importan tres mierdas que te pases la mitad de tu vida fumando como si no hubiese un mañana para ti. Quiero que desaparezcas como el humo de un cigarrillo cuando lo tocas con las manos. Que te esfumes ahora, aunque quizás dentro de un rato cambie de idea. Porque me has hecho convertirme en una jodida bipolar, como tú. O quizás ya lo era y lo éramos. Sí, eso es lo que pasa, que somos jodidamente iguales, que encajamos con todas las piezas del puzle sin haber perdido ninguna debajo del sofá. Eso es lo que pasa, que aquí no nos hicieron para ser un tú y un yo, aquí estábamos creados para ser un nosotros. Y un jodido colchón y un par de velas para dejar claro quién iba a ser el primero. Porque eso siempre ha sido muy nuestro, sí, eso de dejar huella. No pienso olvidarte ni mucho menos, pero esto se hace demasiado grande. Aquí ya no pintamos nada intentando aparentar que estamos bien. Dejaré en el pasado tus manos suaves que han recorrido todo mi cuerpo. Dejaré de lado todas  las cosas que no me has dado y las que sí. Así que voy a resistir a todas estas mariposas que me provocas con tan solo leer tu nombre en algún lugar. Seré feliz en este mundo. Contigo, pero mejor sin ti. 

lunes, 5 de marzo de 2012

-          Cada día discutimos más ¿lo sabías?
-          Sí. Claro que lo sabía. Aunque no te lo creas, me doy cuenta de lo que pasa a mi alrededor.
-          Pues no es lo que demuestras.
-          ¿Ves? Ya estás de vuelta a las andadas.  Tus pensamientos tienen dos minutos de revote y vuelta a empezar... Quieres madurar y crecer como persona, pero sin que eso afecte a tu forma de ser. Tienes ganas de que la gente te acepte, en cuanto tú ni siquiera lo haces. Sigues con la intención de que nadie te juzgue, después de darte cuenta que en eso consiste la vida. Tienes millones de virtudes y te fijas en un jodido defecto. Te sientes sola, en cuanto tienes a medio planeta de tu parte. ¿Has visto tú que yo me queje después de no tener absolutamente nada? En serio, consigues sacarme de quicio hasta en los mejores días de mi vida.
-          Entonces será mejor que nuestra relación acabe aquí.
-          ¿Realmente quieres que todo esto acabe aquí?
-          Yo ya no sé ni siquiera lo que tú sientes por mí. Ya no sé si realmente me quieres.
-          Aunque consigas sacarme de quicio en los mejores días, también te digo que consigues hacerme sonreír en los peores días. Que me has hecho la puta persona más especial de todo este planeta. Cuando no estás mis latidos te echan de menos, ¡qué digo! hasta la suela de mis zapatos te echa en falta. Y que no hago todas esas gilipolleces por hacerte daño, si no, que simplemente las hago porque no quiero darme cuenta del mundo de mi alrededor. De que dentro de dos días tú te irás porque no soy lo suficiente bueno para ti. Y sé, que por mucho que haga, eso no va a cambiar. Es más, no quiero que cambie, porque yo no seré capaz de hacerte feliz como alguien que realmente te valore. Entonces te digo que sí, que creo que es mejor que nuestra relación quede aquí. Para que deje de hacerte sufrir y podamos pisar el suelo sin miedo a caernos. Pero solo te digo una cosa; cuando desconfías en el querer de alguien, es porque tú ya estás preparada para dejar de hacerlo.
- Entonces, ahora eres tú el que va detrás de ella, ¿no?
- Mentira, yo no voy detrás de nadie
- ¿Entonces qué haces aquí?
- Pues más o menos lo mismo que tú
- Ya, pero resulta que yo os conozco a los dos, y tú a mí no me conoces
- ¿Qué tiene eso que ver? Es más no me conoces, nadie me conoce
- Puede que la gente no te conozca porque tú no dejas que lo hagan. Pero yo sí que te conozco. Se perfectamente el tipo de persona que eres. Estás deseando de que ella salga de aquella casa para cruzarte “por casualidad” con ella. ¿Qué te crees? ¿Qué todo va a ser igual? Date cuenta ya. Ella era tuya, podías haberla hecho feliz como nadie lo ha hecho y viceversa. Pero no, eras demasiado machote como para dejar de meterte mierda en los pulmones y ser jodidamente feliz sin necesidad inyectarte nada. Tomaste un camino y ahora te arrepientes. Pero lo siento, las cosas de verdad no se arreglan con un par de perdones y cuatro besos. Hay trenes que solo pasan una vez en la vida, y no te creas que tú vas a ser la excepción. Le has hecho daño, mucho daño, y espero que te arrepientas durante toda tu puta vida.  

viernes, 2 de marzo de 2012

El amor eres tú, soy yo, somos nosotros.

Me aparté de él. Y empecé a caminar alejándome. Me puse los cascos mientras notaba como un par de lágrimas caían por mis mejillas. Miré hacia el suelo, intentando no pensar en mis ideas. Algo me agarró la muñeca y tiró de mí hacia atrás. Choqué contra el pecho de alguien. Miré hacia arriba. Otra vez, era él. Estaba serio. Muy serio. Mis manos temblaban y él lo notaba. Me abrazó, mientras yo seguía llorando y me quedaba impregnada de su olor.

     -        No te vayas. Te necesito aquí, conmigo. Piénsalo, no soy nadie si tú no estás. Quiero que seas feliz. He intentado hacer mi vida por otro lado, sin volver a entrar en la tuya, como tú querías. Porque pensaba que esa era la única manera de que pudieses ser feliz, de tener lo que realmente necesitas. Créeme, lo daría todo por ti. Cogería ahora todo lo que he conseguido después de tantos años, y lo rompería, con tal de que tú estuvieses a mi lado. De que pudiésemos ser lo mismo que hace cuatro años. Y joder, créeme cuando te digo que llevo media vida enamorado de ti y no me arrepiento por ello. Pero, yo no sé lo que tú quieres. Por eso te lo pregunto. Por eso quería saber tu reacción, pero la verdad es que me he quedado poco más o menos que como estaba antes. Joder, es que no consigo sacar nada en claro. Y quiero que te des cuenta de que gracias a ti he llegado a sentir eso que llaman amor. Y que no siempre el amor es bueno, ni tampoco es siempre malo. Es todo, es nada. Es un te quiero pero a la vez te odio. Son todas las sonrisas y todos los insultos, metidos dentro de una bolsa agitándola con brusquedad. El amor es vivir, reír, soñar, creer, volar, llorar, joder, deprimirse, caer y levantarse. El amor eres tú, soy yo, somos nosotros. Por eso te lo pregunto ahora. Sin compromisos. Sin reglas. Sin lado oculto. Sin cambios. ¿Qué quieres ser respecto a mí? Y si ahora me respondes un “nada”, no te preocupes. Me desvaneceré más rápido que el viento, no volverás a saber nada de mí. Ni mi nombre, ni nada que te recuerde. Tranquila. Solo quiero saber tú respuesta.
-          Quiero ser tuya
-          Sin rodeos. Habla claro
-          Que quiero ser tuya, joder. No quiero un tú y yo que los separa la conjunción “y”. Yo quiero un nosotros, sin distancias. Quiero que dejes de comerme la cabeza con el nombre de esa puta. Quiero que seas feliz, y si no es mucho pedir, a mi lado. Quiero quejes de pedir permiso para hacer lo que realmente quieres hacer. Quiero que te dejes llevar. Que no dejes de sonreír como estás haciendo ahora. Que no me dejes ir. Y por último, pero no menos importante, quiero que me beses, aquí, ahora, en este mismo instante.

jueves, 1 de marzo de 2012

Estamos muy mal acostumbrados, hasta que no perdemos a una persona, no nos damos cuenta de lo mucho que es para nosotros, no somos capaces de luchar día a día por la persona que queremos y tenemos a nuestro lado, sin embargo, cuando lo perdemos o simplemente deja de formar parte de nuestra  vida nos dedicamos a echar de menos  y a pensar en que hemos desperdiciado tiempo y momentos, pero todo queda en un simple recuerdo y no nos queda otra cosa que luchar por un sueño, volver al pasado a rectificar, pero si volvemos al mundo eso no es posible, así que no te queda ora cosa que aprovechar el presente.

domingo, 26 de febrero de 2012

Levantar;

Hoy no será la entrada que subimos normalmente. Vale la pena verlo. Aprender a valorar lo que somos y lo que tenemos, y levantarnos SIEMPRE.


http://www.youtube.com/watch?v=BHaG783IYBI&feature=related

jueves, 23 de febrero de 2012

Para mi uno más uno no son siempre dos. Y caminar con una sonrisa no significa que seas feliz. Que las palabras pueden llegar a doler más que una buena hostia. Y sobre todo, que tu actitud te define. Yo he conocido a miles de personas, con cada una personalidades diferentes. Muchas hablan mal, critican a las espaldas y dicen me de todo. Otras muchas no me tragan. Otras que ni siquiera saben de mi existencia. Muchas tienen personalidades semejantes ya que se comportan igual. Otras son polos opuestos. Otras, que saben cómo dejar huella. Y después, estás tú. El que no tiene miedo de hacer gilipolleces para llamar mi atención. El que con una sonrisa me da mucho más que cualquier te quiero de otro. El que aún y teniéndolo rozando mi nariz, le echo de menos. Según tú, el puto amo. Pero para mí, marcas diferencia y tendencia. He cometido muchos errores, pero espero que tú seas el acierto. Y ya sabes lo que dicen, tú y yo somos dos números negativos, pero al multiplicarlos da positivo. Reír, llorar, comer, beber, sentir, odiar, extrañar, sonreí y vivir. Porque eso es lo único que quiero, ser feliz, y si no es mucho pedir, a tu lado. Por un mundo nuestro y todas las consecuencias que lleve serlo.

jueves, 9 de febrero de 2012

Somos un puñado se soñadores.

Y aquí estamos todos, con un montón de preguntas sin ninguna respuesta. Con ganas de comernos el mundo, pero sin ganas de levantarnos del sillón. Si nos ponemos a contar, encontraremos más de mil personas que no creen en nosotros, pero el problema no son ellos, el problema eres tú. Tú eres el que toma el camino; ayer, hoy y mañana. No dejes que la vida escoja por ti y mucho menos que nadie te obligue a no ser lo que quieres. Que sí, que yo tampoco quiero crecer y darme cuenta de que mi vida se está convirtiendo en una más. Quiero ser joven para siempre. No quiero estar rodeada de un montón de gente que me amontona papeles encima de un escritorio, que para mí no tienen ninguna motivación. No quiero la vida de los adultos; esa vida sin ilusiones ni sueños. Quiero mi vida,  mi vida de ahora, que no cambie mañana  dentro de diez años. Quiero ser yo misma, siempre. Siempre hay una segunda opción, pero solo hay que saber verla. Quiero ser feliz de una forma que realmente me motive a mejorar como persona. Quiero estudiar lo que me gusta y ser como yo quiero ser. Cueste lo que cueste, se interponga lo que se interponga, hoy o mañana, ahora o nunca. No quiero llegar al punto de poner las cartas sobre la mesa y no tener con quien jugarlas. Quiero cumplir mis sueños, para que el día que me pare delante de una chimenea, setenta y pico años, pueda decir que realmente ha valido la pena estar en esta vida.
Voy a ser feliz, lo prometo.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Voy perdida. Si no me valoro yo, quien lo hará? El problema está en mi misma, en que no me doy cuenta de lo que soy, y de lo que puedo llegar a ofrecer a este mundo. Todo lo que sube, baja, y lo bueno llega sin ser llamado. Un día te levantas, y te comes el mundo, otros días sientes pena por aquellos  que piensan que la vida es una mierda, otros días la mierda eres tú, y quien da pena es uno mismo, no la vida, te comes el suelo. A veces te dan tan fuerte que el orgullo se adueña de ti mismo, y que la frustración, se hace parte de uno mismo. Días buenos, días malos, rachas buenas, rachas peores.. la clave está en vivir y mimar las pequeñas cosas, las que se hacen grandes con el paso de los días. Siempre he imaginado, que pensar más en ti misma que en los demás, te hacía mejor persona. Luego llega cuando te vuelves en esa persona a la que cuentas de todo, y está a tu lado en todos los momentos, para apoyar. Esa clase de persona que nunca te fallará, y a la semana no saben ni como te llamas. Quizá el punto está en ser algo egoísta, y pensar que vales más que cualquier otra persona en el mundo. 

lunes, 6 de febrero de 2012

Tú y la muerte.

Muerte. Sí, esa palabra que congela el alma cada vez que la pronuncian. Los pelos se erizan y las cuencas se llenan de lágrimas. La muerte no es fácil de describir. Nunca me ha gustado hablar de ella. No quería que supiese que yo existía, ni tampoco la gente de mi alrededor,  para no poder atacarme por donde más duele. Tapar los oídos con ambas manos y hacer como si nada. Pero ya no. Ya no soy una niña que no se da cuenta de lo que significa eso. La muerte es como un hola y adiós. Como de la noche a la mañana. Sin ninguna explicación, sin razones, sin motivos, sin despedidas y sin conocimientos. Sí, conocimientos, porque decirme, ¿Quién os ha enseñado a afrontarla? Nadie. Mucha historia y mucha ortografía pero tres mierdas para las cosas de verdad. Y para complementar la gente no para de sacar el tema. Sí, ese don esencial que tiene la gente para joder. No me asusta mi muerte, lo que me da miedo es que llegue a las personas que aprecio. Y lo malo es que no puedes hacer nada para evitarlo. Te sientes inútil, impotente, incompetente, inexperto, resumiendo, una mierda. Antes la veías lejos, algo que esperabas no tocar, ni que tocasen. Superarlo lo ves como un camino lejano. No tienes suficientes fuerzas como para seguir. Notas que esto te va demasiado grande y que esperas que se acabe cuanto antes. La muerte es un fin. El final de la historia. El final de muchas ilusiones y sueños. Y ahora solo ronda una palabra por tu mente “ser fuerte”.

domingo, 5 de febrero de 2012

Los labios se separaron y nos quedamos mirando con las manos cogidas. Nunca había llegado a pensar que encontraría a alguien como él. Tenía miedo de perderlo. Todo lo que había vivido antes había dado sus trescientos sesenta grados. La frase “todos los hombres son iguales” había pasado a la libreta de mentiras. Porque el problema es que solo escogía a los cabrones. Pero él no es así. Él me da seguridad con tan solo mirarme. Rompe los esquemas. Hace que un corazón en la parte derecha de mi mano dibujada con un bolígrafo Bic mantenga mi sonrisa durante todo el día. Su nombre rellena todos los márgenes de mis libretas. Adoro sus caricias de terciopelo y su pelo alborotado.  Y cuando él no está nadie es capaz de substituirle. Nadie consigue sacar una sonrisa con tan solo un “buenos días”. Me he enamorado  perdidamente tanto físicamente como psicológicamente, de todas sus partes, es decir, de él. 

domingo, 29 de enero de 2012

Deje su mensaje después de la señal. Pip.

Hola amor. Sí, soy yo. Ya sé que seguramente no quieras escucharme, y lo comprendo, yo tampoco quiero escucharme a mi misma después de lo que te he hecho. Al principio esta llamada iba a ser para pedirte disculpas y que pudieses perdonarme. Pero no quiero que me perdones, no me lo merezco. Finalmente he decidido llamarte para darte las gracias por estos dos años a tu lado. Por todo lo que me has hecho sentir, que jamás olvidaré. Gracias por abrazarme las noches de invierno en mi cama de uno noventa. Gracias esas locuras tuyas como llevarme el desayuno a la bañera. Tengo que agradecerte todos los regalos que me has hecho por culpa de que yo sea una niñata.  Gracias por todas esas tardes de domingo que están hechas para llorar, y tú te las pasabas abrazándome al otro lado del sofá. Gracias por hacerme creer en eso que llaman amor. Te agradezco todos los sueños con escaparnos a París los lunes por la mañana. Aún no he llegado a entender como  conseguías dar un gran contraste a las lágrimas. Ni tampoco como te lo hacías para hacerme sonreír en medio de una pelea. Me gustaría robarte ese don que tienes para comerme con la mirada y dejarme sin respiración. Porque siempre mi felicidad dependía de que tú estuvieses presente. Me hubiese gustado haber grabado alguno de esos “buenos días princesa” que me dedicabas todos los sábados. Y espero no olvidarme nunca de cómo revolvías los cajones cuando te decía que había escondido un regalo para ti. También estoy muy segura de que nunca podré olvidarme de la forma en que me mirase la primera vez que te conocí. Y realmente te quiero dar las gracias por hacerme sentir la persona más especial de todo el puto planeta. Porque nunca llegaré a entender lo que habrás visto en mí para regalarme tanto. Espero que algún día podamos volver a hablar y tú seas feliz con una chica que realmente esté a tu altura. Gracias por estos dos últimos años. Nunca te olvidaré.

jueves, 26 de enero de 2012

No me considero una persona inmadura y mucho menos una cría, que yo no se lo que te has ido encontrado a lo largo de tu vida, por ahí.. que no soy tan estúpida como la gran mayoría.
Tengo mis bajas y mis subidas, que en el fondo es eso lo que nos hace humanos, que a veces me comporto como si fuera una niña de tres años a la que le han quitado su juguete favorito, pero yo también necesito una pausa, frenar, que me frenen y me hagan ver y valorar lo que tengo a mi alrededor, la cruda y puta realidad. Yo también necesito que me abracen y me digan” tranquila, puedes con esto y más” aunque esa sea la mentira más grande que puedan echarme a la cara, pero me hacen vivir un poquito más. Aparento ser la tía más dura que existe, pero los que están en las buenas y en las malas, saben que cuando doy la espalda,  soy la chica más blanda del mundo. Aún así nadie va a joderme en los “peores” momentos, porque lo que pienso, va por dentro. 

Contigo no quiero conocer el fracaso.

Se tumbaron en la cama mirando al techo, intentando regular de nuevo la respiración.
-  Te quiero - dijo ella
Él no conseguía estabilizarse y se estaba poniendo cada vez más nervioso. Se sentó en el borde de la cama. Ella se alarmó y saltó de la cama corriendo. Se arrodilló delante de la mirada de él. El chico miraba hacia el suelo, intentando tranquilizarse.
-  Tranquilo, respira – decía ella poniendo sus manos en sus rodillas - ¿Qué te pasa?
-  Noto un dolor en el pecho. Parece que no se va, joder.
-  ¡Mírame! – dijo levantándole la cabeza desde la barbilla – Sigue hablando y no cierres los ojos
-  Amor… Me duele el pecho cada vez que te vas, es más, antes de que te vayas ya te echo de menos. La respiración se me acaba si pienso que todo esto va a terminar. Mis cambios de humor son constantes cuando te veo despidiéndote. Sé que cuando acaben estos dos días todo volverá a ser como antes. Que no te podré tener todas las horas a mi lado. Ni podré mantener mi promesa de no fumar, porque cuando no estás lo necesito más que nunca. Cuando no estás, intento pasar el tiempo más rápido. Olvidarme de que no estás y esperar a que pasen los días. Descuento minutos de aquél reloj que me avisa cuando te volveré a ver. Tú eres mi droga y durante todos los minutos tengo mono de ti.


jueves, 19 de enero de 2012

Que un beso un sábado, a las 3 de la mañana, quema.  Que echarte de menos, es rutina. Que necesitarte, es obligación. Que quererte es automático. Que tener ganas de ti, es obsesión.  Que no cambiaría tus “te quiero” por nada en el mundo.  Que no hace falta perderte, para saber que te he encontrado.  Que juro que tus defectos es lo que más me gusta.  Que contigo, me río de la distancia. Que sólo te haces querer más cada día que pasa. Que esto se hace grande día a día. Que sólo me imagino un futuro a tu lado. Que solo las tontas miran al cielo cuando tu pasas. Que dicen que cada uno sufre, a su manera.  
La vida la había hecho cambiar, para bien o para mal, pero era diferente a hace unos años. Un par de mechones de pelo le rozaban la mejilla izquierda. Tenía los labios rotos e iguales que sus medias. Hacía frío en la calle, pero el calor corporal superaba los veintisiete grados. Me sonreía sin ningún rencor.
            -   Hacía mucho tiempo que no te veía – dijo ella sin cambiar la dirección de su mirada
         -  Has cambiado mucho – hice una pausa metiéndome las manos en los bolsillos de la chaqueta – te veo más feliz.
            -   Puede ser… O quizás solo lo aparento ser. Como ya sabes, la gente en el pasado me ha hecho mucho daño, sin importarle las consecuencias, cicatrices o todo lo que conlleve para la otra persona hacerlo. – me dijo mientras encendía un cigarrillo con un mechero rosa – He cambiado mucho de aires. Ahora no me relaciono con esos pijos de mierda, los hijos de papá – le dio una calada a aquél cigarrillo – Me cansé de la gente que usa palabras que ni siquiera sabe lo que significan y que compra a la gente con promesas e ilusiones. – Hizo una pausa - Puede que ahora me veas más feliz. Los palos de la gente hacen despreocuparte de los problemas. Y también te hacen esconder tus miedos, para no ponerles la forma de joderte la vida con tan  solo un suspiro. Ver, callar y sonreír. A nadie le importan los problemas de los demás, todos tenemos suficientes con los nuestros. Antes pedía un príncipe azul que estuviese conmigo para solucionarme los problemas, mi héroe; el que me calmaría mis días de mala leche y el que compraría rosas todas las mañanas que cayesen en número veinticuatro. Pero ahora he dejado de pedir imposibles. Solo he conocido a una persona que me ha enseñado las maravillas del mundo – capté la indirecta -  con o sin maquillaje, con o sin ropa, con o sin sonrisa, con él o sin él.

viernes, 13 de enero de 2012

Se ha ido… No quiere más, he sido la gota que colmó el vaso. Adiós a ver esa manía de morderse el interior de las mejillas. Me tengo que despedir de sus gritos cuando se quemaba la lengua. Adiós a sus uñas de colorines y mal pintadas. Adiós a ese perfume que enamoraría hasta las hojas de los arboles si tuviesen olfato. Volverá, solo es un mal sueño.. Mentira, ya es prácticamente imposible que vuelva. Adiós a las trescientas pulseras que llevaba en su mano. Adiós a los regalos y todas las cartas que me hacía. Adiós a sus caras raras y su manía de dejar la casa llena de papelitos. No hay nadie como ella, ni nunca lo habrá. No quiero que nadie remplace tu sitio. Rellenó todas las sillas que un día muchos dejaron vacías. No podré volver a caminar por la calle sin tener la necesidad de cogerla de la mano. Nadie podrá hacerme temblar las piernas con tan solo sonreír. Ya no podré besarla con cuidado, ni notar como los sueños se cumplen. Nunca seré capaz de olvidarme de cómo me provocaba cuando se mordía el labio inferior, o se los mojaba porque estaban rotos. Ella es mi rosa, y las espinas se esfuman. Es perfecta. Hace que todo sea mejor. Ella me lo daba todo con tan solo respirar. Todos mis recuerdos se quedan aparcados en ese portal. Adiós a la playa, adiós a la montaña, adiós a las sonrisas y adiós a los besos. Y pediría perdón tantas veces como hiciese falta con tal de que algún día regresase a mi lado.. pero me temo que ya es demasiado tarde..

viernes, 6 de enero de 2012

Podría coger mis tacones más altos, pintarme los labios de aquél color rojo puta y salir a la calle a zorrear un rato. Si tuviese ganas me podría follar a tu hermano y a todos tus primos. Si quisiese podría hacer que nadie encontrase diferencias entre tú y la mierda. También tengo la oportunidad de contarles a todos lo puta que has sido y así tú consigas la imagen que te mereces. Pero… ¿sabes qué? No lo voy a hacer. Y eso me llena porque significa que nunca llegaré a ser alguien como tú. No necesito la venganza. Una vez me dijeron que todo lo que sube, baja; así que ya te lo encontrarás. No pienso perder más tiempo contigo, ya que nunca lo podré recuperar. Y voy a sacar la verdad al mundo “Donde caben dos, NO caben tres”. Tuve paciencia, quizás tú también la tuviste conmigo, pero a quién le voy a mentir, soy egoísta, así que lo que es mío, mío es. Y por si no te ha quedado claro aún, es mío, zorrón.

domingo, 1 de enero de 2012

Digamos que el tiempo no borra las heridas y que las cicatrices nos hacen recordar todos los momentos. Todo lo que se rompe, nunca se recompone igual. Me dijeron una vez que si no puede hacerte daño, tampoco podrá hacerte feliz. Las personas olvidan lo que dijiste o hiciste, pero no lo que les hiciste sentir. Date cuenta de que siempre darás ayuda y no te ayudarán a ti, y si intentas hacer lo contrario recibirás ostias por todos lados. No existe la verdad pura ni tampoco la mentira completa. También me dijeron que todo está conectado. Que al final nos enamoramos de una persona que es completamente diferente a nosotros. Que le da los 360º a tu mundo. Porque la palabra amar no se dice, se demuestra. Siempre tenemos algo que nos dice que ahora sí que va a ser para siempre, pero siempre acabamos equivocándonos. Porque yo quiero ser la excepción que confirma la regla. Y que si tú no me llamas te mataré a perdidas. Esclava de tus sonrisas, presa de tus te quiero. Y créeme, que por que hayas follado no te da derecho a creerte mejor que nadie, puta. Que necesito perderme para poder encontrarme. La perfección dicen que no existe, pero el problema es que ellos no le conocen. Y hay veces que la vida te pide madurar demasiado rápido. También tienes que darte cuenta de que mucha gente te querrá, pero nadie lo hará como lo he hecho yo. Que este es nuestro momento. Porque yo quiero ser la excepción que confirma la regla. Ahora es cuando tenemos todo el poder de equivocarnos.