Con esto, y más

"Y ahora, mientras pueda, me sostengo con ambas manos, por que siempre creeré que no hay nada que necesite, excepto a ti"

sábado, 19 de noviembre de 2011

      -          Perdona, ¿te acuerdas de mí?
      -          No, no me suenas.
      -          Claro que sí, claro que te acuerdas de mí. Yo soy el chico que te mira todas las mañana cuando pasas por delante de la panadería. El chico al que le vuelves loco. Por cierto, me encanta cada mañana que te veo con esa chaqueta gris y una sonrisa pintada en la cara. Soy el chico que nunca en la vida te hubieses fijado en el si no  fuese porque me he acercado a hablarte. Soy el chico que si le dejas, podrá llevarte cogida de la mano por el parque. El que pasará frío por dejarte su chaqueta. El que te soportará los días de regla, los días que estés caliente, el día del parto y el día que cojas Alzheimer. El que se ha vuelto loco por ti sin tener que verte con minifaldas. Y porque soy el único que sabe cuando llevas los labios pintados de aquel rosa que es casi igual que el color de tus labios. Me da igual que tú seas completamente diferente a mí, que no encajemos ni con pega, que no sea de los malotes que te gustan a ti, ni de los que van de chulos por la vida.  Si me dejases intentarlo, si ahora no te dieses la vuelta y hicieses como si no hubiese pasado nada, yo podría hacerte feliz, y viceversa. A partir de hoy quiero que me dejes ser tuyo y que tú puedas ser mía.

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